Tiscamanita es un destino vacacional muy popular gracias a sus numerosos atractivos Tiscamanita, en el centro de Fuerteventura, es uno de los pueblos agrícolas más originales y atractivos de la isla. Desde la misma entrada del pueblo, verá un antiguo molino de viento restaurado con mucho cariño. Es la principal atracción del «Centro de Interpretación de Los Molinos», un molino-museo construido en Tiscamanita hace unos años. En varias salas de exposición se puede conocer la producción del gofio tradicional y el desarrollo técnico de los molinos en Fuerteventura.
Tiscamanita y la Ermita de San Marcos
Otro lugar de interés en Tiscamanita es la Ermita de San Marcos, una bonita capilla del siglo XVII. La iglesia está rodeada por un muro blanco de estilo morisco y llama especialmente la atención por su tejado de tejas rojas y los dos campanarios diferentes. El pueblo y sus alrededores siguen caracterizándose claramente por la agricultura. Aunque la falta de agua es constante en gran parte de la isla, la combinación de suelos arcillosos fértiles y el uso de una forma especial de agricultura de secano en Tiscamanita permite incluso el cultivo de aloe vera. Hasta ahora se han identificado más de 200 sustancias activas en la planta. Su efecto limpiador y curativo ya era conocido por Colón, que lo llevaba en sus viajes para curar las heridas de su tripulación.
Tiscamanita entre plantas de aloe
La planta de aloe es fácil de cultivar y prefiere los suelos arenosos y calcáreos secos, como los que se encuentran en gran parte de Fuerteventura. Después de dos o tres años, las hojas exteriores se pueden cosechar a mano. Después, hay que procesarlas muy rápidamente, ya que los ingredientes del aloe vera son muy poco resistentes. Los productos así obtenidos contribuyen de forma importante al comercio exterior de Fuerteventura.